Un lugar donde parece que la Navidad es un tiempo eterno. No sólo por su nombre que nos recuerda a ese famoso papá sino por su decoración estrafalaria y recargada que nos transporta a la infancia. Flores, lamparas, colores… ¡Quiero vivir aquí!
De primeras puedes pensar que es un bistro francés, al entrar pensarás que estás en un cuento y al sentarte te sentirás como en casa. Podríamos decir que Noel es un lugar “siempre vivo”; puedes comer, cenar o alargar la sobremesa hasta un cóctel porque te ofrece diferentes espacios que te animarán a continuar la velada.
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